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domingo, 10 de octubre de 2010

Aire fresco: Boca, al menos, encuentra respuesta en los jóvenes.

No jugó bien, pero le ganó a Tigre 2-1 con un golazo de  Chávez, a cinco minutos del final; así, consiguió algo de oxígeno

La noche de Boca pintaba para otro dolor de cabeza. Nuevamente los errores defensivos en el juego aéreo; una falla más del arquero Cristian Lucchetti... El panorama estaba envuelto en sombras, y justo en un estadio de Victoria donde los focos no alumbraron la realidad de la mejor manera. La iluminación, despareja, perjudicó la actuación de varios futbolistas en determinados sectores del campo de juego, aunque ésa no fue la excusa por la que Boca volvió a defraudar en el rendimiento. Es cierto, ganó 2 a 1 y consiguió algo de oxígeno en medio de un campeonato lleno de presiones y vaivenes anímicos. Consiguió tiempo, aunque sólo eso. Lejos de su mejor versión, y mientras Claudio Borghi busca respuestas en su once titular o equipo ideal, son los jóvenes los que aportan su granito de arena y suman puntos en medio de la irregularidad colectiva. Se anotó Cristian Chávez con su derechazo goleador a cinco minutos del final y desde fuera del área, para desatar el desahogo en el banco visitante. Antes lo había hecho Cañete para asistir a Giménez en su gol. Durante el campeonato surgió varias veces Viatri como merecedor de los aplausos y los elogios. También tuvo su momento Cristian Erbes, que ayer ingresó ante la lesión de Sebastián Battaglia, pero que por rendimiento le había ganado el puesto a Jesús Méndez como doble cinco . Incluso Leandro Marín actuó como stopper o carrilero cuando la situación lo requería. Y la última aparición había sido la de Orlando Gaona Lugo, delantero rápido y veloz que, como hizo con Oberman en el Argentinos campeón, el Bichi reubicó como carrilero por el sector derecho. Pese a la derrota con Lanús, no fue casualidad que Borghi lo confirmara como titular para jugar ante Tigre.

Está claro que Boca no mereció ganar. No despejó las dudas que se encargó de generar a lo largo de todo el torneo Apertura. Otra vez dio ventajas en el juego aéreo, otra vez le hicieron un gol de cabeza. Otra vez Lucchetti salió sin convicción en un tiro libre y... gol de Stracqualursi tras un tiro libre de Trombetta para el 1-1 parcial en el primer tiempo. Pero uno de los aciertos de Borghi fue darles pista a algunos jóvenes que le responden. El entrenador sabe que no tiene un plantel numeroso, porque más allá de los refuerzos se fueron muchos jugadores también, pero charla mucho con ellos y les da confianza. El DT genera un intercambio y ellos saben que pueden saltar al ruedo en cualquier momento. Por ejemplo: sabiendo que Chávez le pega fuerte y bien a la pelota, lo ubicó en la posición del rebote en la pelota parada que generó el segundo gol.

Boca sigue sin afirmarse porque Palermo participa más veces en la defensa que en el ataque; porque Battaglia sigue teniendo mucho tiempo la pelota; por que Lucchetti no da seguridad y los stoppers Medel e Insaurralde generan infracciones evitables que luego son aprovechadas por los rivales; porque Méndez parece seguir con la cabeza en otro lado. Porque hasta los jóvenes (y esto es lógico) entran en un campo inestable y más allá de su voluntad y empuje, nadie toma el lugar que dejó vacante Riquelme hace ya varios meses.

Sin regularidad, Boca tiene chispazos. A veces los aprovecha, como ayer, y otras no. Todo le cuesta demasiado y hasta duda si el problema son las individualidades o... el equipo, que no las respalda. Mientras busca definirse, los chicos, cada tanto, le dan alguna alegría.

MATÍAS GIMÉNEZ TUVO UN DUELO APARTE CON LA GENTE DE TIGRE

Matías Giménez volvió a ser titular en Boca en reemplazo de Clemente Rodríguez, que había sido expulsado ante Lanús. El volante zurdo, confeso simpatizante xeneize, hizo el gol del 1-0. En el festejo, primero pidió perdón (por su pasado en Victoria) y luego se besó el escudo de Boca. Eso alteró a los hinchas de Tigre, que lo silbaron durante todo el partido. Se fue acalambrado (lo sustituyó Chávez) y cuando se retiró del campo de juego, fue insultado por toda la platea: "El que no salta es un traidor", le cantaron. Giménez se fue de Tigre en 2009, tras denunciar que fue apretado por la barra brava.

PREOCUPACIÓN POR LA LESIÓN DE SEBASTIÁN BATTAGLIA

Sebastián Battaglia recibió una violenta plancha de Denis Stracqualursi (fue amonestado) en el tobillo derecho, a los 27 minutos del segundo tiempo, y no pudo seguir del dolor. Fue reemplazado por Cristian Erbes. Padece un esguince. Hoy le harían otros estudios.

LOS XENEIZES ACUMULABAN 56 AÑOS SIN FESTEJOS EN VICTORIA

Desde el regreso de Tigre a primera, Boca era el único equipo denominado grande que no lo había vencido en Victoria. Con el 2-1 rompió una racha que llevaba 56 años, ya que no se imponía desde la temporada de 1954, cuando ganó 2-0 con goles de Baiocco y Edwards.

CARUSO LOMBARDI NO ENCONTRÓ RAZONES PARA LA DERROTA

"Perder así es nuestra culpa. Fue un córner aislado, una distracción, aunque no es la primera vez que nos pasa y los errores nosotros los pagamos caro. Si había un equipo que merecía perder, ése era Boca", analizó el DT Caruso Lombardi, sobre la derrota de Tigre.

STRACQUALURSI, POR PRIMERA VEZ FRENTE A LOS GRANDES

No será un gol recordado por los hinchas de Tigre, ya que no le permitió sumar puntos. Sin embargo, Denis Stracqualursi tiene motivos para sentirse orgulloso: el delantero, por primera vez, le convirtió a Boca. En el torneo, el atacante acumula cinco festejos.

LA MÁSCARA DE INSAURRALDE NO DETUVO EL ÍMPETU DE CARUZZO

El defensor Juan Insaurralde jugó con una máscara de protección, tras la rotura del tabique nasal en el partido con Lanús. En Victoria, el chaqueño soportó un nuevo susto, ya que su compañero Matías Caruzzo, en su afán por despejar, lo golpeó con el brazo.

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