Hay pocos entrenadores que pueden presumir de haberlo ganado todo. Vicente del Bosque es uno de esos elegidos que cuentan con un currículum impoluto. Ganador de dos ligas españolas, dos Ligas de Campeones de la UEFA y, por supuesto, la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010, el técnico de La Roja prepara a su equipo para defender el título europeo ganado en 2008.

Con sus muchachos en camino de más éxitos, Del Bosque se dio el tiempo de charlar en exclusiva con FIFA.com, sobre sus recientes alegrías, pero también acerca de su filosofía como técnico y el trabajo que ha hecho con España en los años que lleva en el banquillo nacional.

Señor Del Bosque, para comenzar, y más allá del gran triunfo español, ¿cómo definiría usted Sudáfrica 2010, en cuestión táctica?
Ha habido casi una unidad de criterios en cuanto a forma de juego pero también algunos equipos que se han dispuesto en el campo de una manera distinta. Yo no creo mucho en dibujos, es una cosa que está ahí, pero que no es la base de todo. Lo fundamental es el juego colectivo, en defensa y ataque. Creo que los dibujos tácticos son una foto inicial, nada más.

Y, sin embargo, España presentó un estilo muy difícil de replicar…
También tuvimos adversarios que supieron entender lo que tenían que hacer para no dejarnos jugar. Chile y Paraguay contrarrestaron bien nuestro juego, nos costó muchísimo adaptarnos a su forma de jugar. Hay que alabar sobre todo su comportamiento defensivo. Al ataque no nos causaron demasiados contratiempos, pero en cuanto al orden, supieron jugar muy bien contra nosotros.

¿Cuál es la clave del estilo español?
Primero, que no hemos tratado de imitar a nadie, y después las características de los jugadores que tenemos. Es imposible, con nuestros mediocampistas, que no busquemos un estilo basado en la posesión del balón y el intercalar entre el juego corto y en largo. No podemos ir en contra de nuestras propias virtudes. Pero no se puede ser un equipo completo si no se le añaden facetas defensivas, en nuestro caso la inmediatez de presionar para recuperar el balón, por ejemplo.

¿Es algo que se insiste en los entrenamientos, o que ya lo tiene el jugador español en la genética?
Yo creo que un poco de ambas. Primero que nada, tiene que ver con el gran trabajo de los clubes, no podemos estar a espaldas de ellos. Y en esos casos somos un ejemplo. Es algo en lo que se insiste en la formación del jugador. Las condiciones técnicas son innatas pero hay que desarrollarlas.

¿Hasta qué punto se puede dejar libertad de elección a los jugadores, por más técnicos que sean?
Yo creo que hasta en el mundo profesional el jugador tiene que tener una cierta libertad. Ahí está la gracia del entrenador, en unir la organización de un equipo, el orden, con el talento de los jugadores. Nadie debe de limitar o poner freno a la inspiración. El entrenador no sólo está para organizar sino para potenciar a aquellos futbolistas que individualmente son muy buenos.

Volviendo a los resultados del equipo, España tuvo ciertos problemas en sus primeros encuentros tras el triunfo en Sudáfrica, ¿lo considera normal?
En México creo que salió un guión perfecto dadas las circunstancias del partido, del viaje y que se jugó sin entrenar. No tuvimos lesionados y mostramos un comportamiento digno. Fue uno de los partidos donde más contento he estado. Ante Argentina es verdad que empezamos mal y luego no pudimos remontar, estábamos delante de una gran selección, pero tuvimos un partido digno también. Además, debo decir que a veces no es malo perder, creo que ayuda también.

También aprovechó los encuentros para probar nuevos jugadores, ¿plantea un recambio generacional?
Creo que casi todos los campeones del mundo van a llegar a 2012 y la gran mayoría a 2014, pero en caso de no ser así habrá que estar atentos. No hay que olvidar que de los 23 de Viena a los de Johannesburgo hubo varias diferencias, 7 u 8 jugadores nuevos, así que estamos en ese proceso.

España, además, parece un equipo en armonía, ¿cuál es la clave para manejar un vestuario?
No es lo primero, pero si hay cordialidad es mucho mejor para obtener triunfos. En función de su carácter de su formación y experiencia, cada entrenador lo maneja de manera distinta. La verdad es que tengo suerte con el vestuario que me ha tocado, son buenos deportistas, buenas personas y hasta ahora no hemos tenido ningún problema. Me parece que no hay una receta única, hay que adaptarse en función del grupo. Por ejemplo, no es lo mismo manejar a esta España que cuando dirigía al Real Madrid, creo que no hay una fórmula mágica. De hecho, incluso depende del jugador, hay que saberse adaptar.

Se dice que el seleccionador tiene una vida más relajada que el entrenador de club, ¿coincide con esa aseveración?
Hay muchas cosas que hacer. Para empezar, la representación que un seleccionador debe de hacer de la Federación. Hay que seguir a los contrarios, charlar con los jugadores, analizar a los posibles recambios de las categorías inferiores. En realidad, me parece que me falta tiempo. En cuanto a la presión, la diferencia es que es más concentrada en ciertas fechas, pero no creo que sea menor. La expectación de la afición de un país o un gran club es igualmente importante.

Para terminar, ¿es Vicente del Bosque un obsesionado con el fútbol o se da sus espacios fuera de él?
Todas las personas tenemos nuestra vida aparte del fútbol. Hay algunos técnicos que están un poco más obsesionados, pero todos los que nacimos en este mundo y nos formamos él, tenemos aunque sea un poco la cabeza pensando en eso todo el tiempo.Vicente del Bosque head coach of Spain gives instructions