Estudiantes y Vélez no son perfectos, pero son distintos.

Verón, por ejemplo, tuvo que salir a sacudir modorras con aquello de que algunos de sus compañeros prefieren quedarse en "la camilla" (que no es precisamente la camarilla) en lugar de jugarse por el club y Desábato tuvo que salir a declarar, explícitamente, que la relación del grupo con el DT Sabella era excelente.

Y Gareca, por ejemplo, rompió su habitual monotonía al hablar para gritar que se iba a fin de año, sí, pero que su decisión no tenía nada que ver con la falta de respaldo que, se supone, le hacía sentir su plantel.

Por un instante, se parecieron a los demás. Pero fue sólo por un instante... A la arenga de su líder, Estudiantes respondió con una seguidilla de triunfos vitales: contra Boca primero, en el clásico frente a Gimnasia enseguida, en el duelo vital ante San Lorenzo después y en el choque con Olimpo finalmente, logró sacar una diferencia de cinco puntos que puede ser decisiva. Al fastidio de su DT, Vélez respondió con una actuación memorable, en la que vapuleó a Colón con un 6 a 0 en el que brilló una de las joyas de la casa, el Burrito Martínez.

Estudiantes y Vélez no son perfectos. De hecho, no pueden disimular que conviven con el mismo mal que aqueja a todos los clubes y como todos, lo niegan: la presencia de hinchas pagos cada tanto se da una vuelta por City Bell para apretar o por Liniers para romper vidrios, según el caso, y provocan entonces el airado reclamo del resto, que parece encontrar cierto alivio, al igualarse en la miseria: "Ahí están los clubes ejemplares de los que habla el periodismo" , dicen.

Y no es el único comentario suspicaz acerca de los imperfectos Estudiantes y Vélez: "2 penales a Estudiantes, 2 penales a Velez, 1 penal a Lanús... quiénes son los grandes!!!"escribió alguien en Twitter, en un particular resumen de la fecha, y quizá desmalezando de malicia la frase se pueda encontrar una verdad. Algo habrán hecho (bien) Estudiantes y Vélez (y también Lanús) para encaramarse en una tabla de posiciones que no es la de este torneo corto, cortísimo, sino la de un torneo largo, larguísimo, que arbitrariamente tiene comienzo en el Apertura 2006 y llega hasta este Apertura 2010 en curso, tiempo en el que los clubes "fuertes" empezaron a disputarles el dominio a los clubes "grandes". Allí aparece Estudiantes primero, con 303 puntos, y Vélez quinto, con 262. En el medio, Boca (274), Lanús (268) y San Lorenzo (267).

No son perfectos Estudiantes y Vélez. Pero son distintos: no viven al día, una idea trasciende a los momentos y se sostiene. Por eso están donde están.